Descripción

Una pareja joven, ella española y él italiano, deciden ponerse en contacto con nosotros porque quieren reformar su vivienda para la llegada de su primer hijo. El piso, ubicado en la avenida principal del Barrio de Moratalaz, mide de 70 m y arrastra el peso de los años.

La estructura de la vivienda se mantiene intacta, pero se proyecta hacer modificaciones en el perímetro de la misma con el fin de generar una mayor sensación de amplitud. De esta manera, se define mejor la estructura cambiando los accesos a los baños y alargando las estancias. Pequeños gestos diseñados para lograr un mayor aprovechamiento del espacio y multiplicar los puntos de luz.

La complejidad de este proyecto reside en el gran número de azulejos que se eligieron –además del forramiento de vigas con azulejos– lo que supuso un trabajo más laborioso de ejecutar.

Para la cocina se elige dos tipos de azulejo, uno blanco de formato grande rectificado para las paredes y otro para muebles con un acabado más rústico. Los diferentes espesores de cerámica y maneras de ejecutar de estos hacen que la reforma resultase más difícil de ejecutar.

Para potenciar la iluminación, se cambiaron las ventanas por unas con hoja oculta con el fin de obtener una mayor superficie de cristal para que pase la luz.

El resto de la vivienda se resolvió con tarima flotante pergo y rodapié lacado en blanco, igual que las puertas y los armarios.